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Shopify y su estrategia de “vender por vender”: ¿el principio del fin de una plataforma que dejó de escuchar a los negocios?

Shopify y su estrategia de “vender por vender”: ¿el principio del fin de una plataforma que dejó de escuchar a los negocios?

En los últimos años, Shopify se ha posicionado como una de las plataformas de comercio electrónico más reconocidas del mundo. Con una base de usuarios que supera el millón de tiendas activas y una fuerte inversión en marketing, ha logrado convencer a miles de emprendedores y empresas de que su solución es la mejor del mercado. Sin embargo, debajo de ese brillo mediático se esconde una verdad que cada vez más negocios están descubriendo: Shopify ha dejado de ser una plataforma pensada para el crecimiento sostenible de sus usuarios, para convertirse en una máquina enfocada en escalar sus propios números a costa de sus clientes.

Shopify y su estrategia de “vender por vender”: ¿el principio del fin de una plataforma que dejó de escuchar a los negocios?
Shopify es una plataforma inviable para proyectos grandes o personalizados.

¿Cómo llegamos aquí?

Lo que alguna vez fue una solución amigable para pequeños negocios digitales, se ha convertido en una estructura rígida, cara y con poco margen de personalización. Shopify ha optado por una estrategia agresiva de adquisición de clientes donde el objetivo no es el éxito del negocio que contrata su servicio, sino incrementar su volumen de tiendas activas, aunque muchas de ellas estén condenadas al fracaso desde el día uno.

En lugar de escuchar a su comunidad, mejorar la flexibilidad de la plataforma o abrir las puertas a integraciones más robustas, Shopify ha apostado por simplificar su producto hasta el punto de limitarlo. ¿Por qué? Porque mientras más fácil sea vender el paquete estándar, menos tiene que invertir en soporte, desarrollo personalizado o mantenimiento de infraestructura.

Una estrategia enfocada en el marketing, no en la tecnología

Shopify no está vendiendo una solución de comercio electrónico. Está vendiendo una fantasía.

La narrativa de “Cualquiera puede vender en línea en minutos” ha sido un éxito publicitario rotundo. Pero esa promesa, que puede funcionar para vender camisetas o productos digitales, se queda corta cuando una empresa busca escalar, operar con múltiples sistemas o atender necesidades específicas como ventas por volumen, marketplaces, precios diferenciados por grupo de cliente o integraciones con sistemas ERP complejos.

Shopify ha dejado de hablar con los expertos técnicos que desarrollan sobre su plataforma. Ha dejado de escuchar a las agencias que trabajan codo a codo con las marcas. Ha dejado de consultar a los negocios que buscan no sólo vender, sino construir una operación rentable a largo plazo.

Shopify y su estrategia de “vender por vender”: ¿el principio del fin de una plataforma que dejó de escuchar a los negocios?
Las desventajas de Shopify respecto a la personalización de funciones e integraciones.

Cuando el producto no escala, el problema escala

Lo que muchos descubren (demasiado tarde) es que Shopify funciona mientras vendes poco.

Pero cuando tu tienda comienza a crecer y necesitas cosas tan básicas como:

  • Precios diferenciados para clientes mayoristas
  • Integración profunda con tu sistema contable o de inventario
  • Control avanzado sobre el checkout
  • Personalización total del diseño y flujo de compra

… ahí es donde Shopify se convierte en un muro, no en una herramienta.

La plataforma no te permite controlar el backend como tú quieres. No puedes modificar el checkout sin pasar a Shopify Plus (y pagar desde $2,000 USD al mes). No puedes manejar marketplaces complejos sin invertir en apps externas costosas o poco fiables. Y ni hablar de la escalabilidad técnica: estás atado a los servidores de Shopify y sus reglas.

¿Qué tan libre eres si no puedes moverte?

A diferencia de soluciones como Magento Open Source, Shopify no te pertenece. Estás rentando un espacio con reglas muy estrictas. Tu tienda vive en su servidor, con sus limitaciones, con sus costos variables, y con una dependencia total.

Si un día decides migrar… buena suerte.

Muchos negocios descubren que no pueden simplemente “descargar su tienda” y llevarla a otro proveedor. Migrar desde Shopify implica rehacer todo desde cero. No hay acceso al backend, no puedes exportar funcionalidades, y muchas veces ni siquiera puedes llevarte los datos completos de clientes y pedidos sin hacer malabares.+

Shopify y su estrategia de “vender por vender”: ¿el principio del fin de una plataforma que dejó de escuchar a los negocios?
Shopify y su estrategia de “vender por vender”: ¿el principio del fin de una plataforma que dejó de escuchar a los negocios?

El “App Hell” de Shopify

Shopify presume su ecosistema de aplicaciones como una fortaleza. Pero en la práctica, muchas de estas apps son:

  • Caras
  • Mal mantenidas
  • Lentas
  • No escalables

Y lo peor: se vuelven una dependencia peligrosa. Terminas pagando $50 USD aquí, $30 allá, $80 por allá, y cuando menos te das cuenta, estás gastando más de $500 USD al mes en apps que hacen lo que otras plataformas como Magento o WooCommerce pueden hacer de forma nativa o con desarrollos propios sin suscripciones eternas. Te puede interesar el post Magento vs Shopify

¿Y los Partners? Otra víctima del modelo

En lugar de fortalecer su red de agencias y desarrolladores, Shopify ha optado por marginarlos.

Las decisiones se toman de forma centralizada, sin considerar a quienes realmente implementan los proyectos. Se han lanzado features sin documentación, se han cerrado accesos sin aviso, y se ha priorizado a grandes agencias de marketing por encima de equipos técnicos que conocen la plataforma a profundidad.

Esto ha generado una migración silenciosa: muchas agencias que alguna vez fueron evangelistas de Shopify ahora están mudando a sus clientes hacia plataformas más robustas, como Magento, WooCommerce o VTEX.

El caso latinoamericano: la estrategia de Shopify no encaja

En Latinoamérica, donde las operaciones de e-commerce requieren adaptaciones fiscales, integración con bancos locales, métodos de pago como OXXO, Kueski Pay o MercadoPago, y facturación electrónica, Shopify simplemente no da el ancho.

Sus opciones locales son limitadas o inexistentes. Las soluciones fiscales son complicadas y en muchos casos, inviables sin costosos desarrollos externos. Además, el soporte técnico no está preparado para entender la complejidad del mercado latinoamericano.

Shopify y su estrategia de “vender por vender”: ¿el principio del fin de una plataforma que dejó de escuchar a los negocios?
Invertir dinero en una solución de E-Commerce basada en Shopify genera pérdidas para los negocios.

¿Entonces por qué sigue creciendo?

Por una razón: marketing.

Shopify ha invertido millones en publicidad, influencers, campañas de YouTube, contenido en TikTok, y acuerdos con creadores de contenido que repiten el mismo mensaje: “vende fácil, vende rápido, vende ya”.

Pero ese mensaje está vacío cuando no está respaldado por una estructura sólida. Y eso, eventualmente, pasa factura.

¿La solución? Elegir tecnología que te permita crecer, no limitarte

Shopify tiene sentido para quien apenas inicia, para quien quiere experimentar o para un producto de baja complejidad. Pero si tu negocio es serio, si tus operaciones son complejas o si estás pensando en el largo plazo, Shopify se vuelve una camisa de fuerza.

Plataformas como Magento Open Source te permiten construir lo que realmente necesitas. Con código abierto, arquitectura escalable, integración con cualquier sistema, control total sobre el diseño y sin costos ocultos por cada pequeña funcionalidad.

Además, Magento está respaldado por una comunidad global de desarrolladores, agencias especializadas (como Panamerik) y una flexibilidad que Shopify jamás podrá ofrecer mientras mantenga su modelo cerrado.

Shopify y su estrategia de “vender por vender”: ¿el principio del fin de una plataforma que dejó de escuchar a los negocios?
Shopify: El principio del fin.

Conclusión: Shopify cambió… y no para bien

Shopify ya no es esa startup rebelde que quería empoderar a los emprendedores. Hoy es una máquina corporativa que vende a toda costa, sin importar si el producto realmente funciona para el cliente.

Y eso, a la larga, destruye la confianza.

En Panamerik lo hemos visto una y otra vez: tiendas que migran desde Shopify con frustración, con costos duplicados, con datos incompletos, buscando recuperar el control sobre su operación. Nuestra recomendación es clara: antes de subirte a la ola de Shopify, hazte esta pregunta:

“¿Estoy construyendo una tienda… o simplemente rentando un espacio en una vitrina ajena?”

Testimonio editorial

Shopify: cuando el partner se convierte en estorbo

Por Arturo Sánchez Gándara – CEO & Founder en Panamerik Ecommerce

Durante varios años fui partner activo de Shopify. Le apostamos con todo: creamos campañas, capacitamos equipos, generamos leads, hicimos alianzas. En 2019 y 2020 incluso concretamos un acuerdo con el Gobierno de Guanajuato para llevar Shopify al evento COFOSE, en una alianza público-privada para impulsar el ecommerce en el estado.

Todo iba bien… hasta que no.

Shopify, en lugar de reconocer el trabajo que habíamos hecho, decidió cerrar nuestra cuenta de partners sin previo aviso. El entonces Partner Manager, Eduardo Castañeda, malinterpretó (o simplemente ignoró) la alianza que nosotros habíamos gestionado y nos dejó fuera del evento para tomar la relación directamente. Sin diálogo, sin argumentos, sin ética. La clásica jugada de “yo mando, no escucho y te friego”.

Ahí entendí algo importante: Shopify no construye relaciones, las aprovecha mientras le sirven. Una vez que puede llegar directamente al cliente, elimina a los intermediarios como si fueran desechables. Lo que parecía una estrategia de ecosistema, en realidad era una estrategia de extracción.

¿Y qué decir de su absurda política de Google Ads? A los partners nos prohibían hacer campañas porque, según ellos, “encarecíamos sus propios clics”. Imagínate: una empresa multimillonaria con miedo de competir con quienes supuestamente deberían ser sus aliados. El colmo.

Desde entonces, en Panamerik decidimos dejar de ofrecer Shopify como opción. Solo damos soporte a quienes ya están dentro y, cuando se puede, los migramos a plataformas más abiertas, escalables y centradas en el negocio, como Magento Open Source o WooCommerce.

Por cierto, si están en Shopify les ayudo a migrarse a una plataforma que sea de su propiedad.

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