Uno de los principales cometidos de una marca es ser recordada a tal grado de generar fidelidad en su mercado, pero no dejemos de lado la captación de nuevos clientes, para evitar principalmente que la marca se vuelva “vieja”.
Para que una marca sea fácilmente identificada y recordada debe tener identidad, algo que la diferencie de la competencia y del resto de marcas y logotipos que existen en el mercado. No es diferente cuando se trata del comercio electrónico, pues en el mundo cibernético es más perceptible la cantidad de marcas que compiten entre sí por estar en la preferencia del consumidor final.
Si se ha logrado darle identidad a la marca, lo siguiente en la lista de prioridades es darle voz, algo que la haga notarse en ese océano de productos que día a día se ofertan en sitios web y redes sociales.
No debemos dejar de lado los principios básicos de la publicidad, todo producto necesita una campaña para darse a conocer, y toda campaña requiere de un concepto rector que la guíe durante el tiempo que ésta se encuentre al aire.
Si bien crear frases lindas y pegajosas funciona, así como revivir escenas de la vida real; ya no es suficiente, es necesario darle a la marca o producto una personalidad fuerte que impregne cada interacción en línea. Lograr que cada usuario que vea algún anuncio de la marca, sepa identificarla e incluso la recuerde aunque no la vea o no interactúe con su publicidad.
Siguiendo lo anterior es posible crear lazos de compromiso entre marca-cliente, una vez que se logró atraer su atención por encima del resto de anunciantes que día a día buscan una oportunidad en la web.
Por último es sumamente importante contar con estrategias de SEO que logren posicionar nuestra marca en lugar y momento adecuados, justo donde nuestro mercado meta podrá encontrarlos; de ahí le corresponde a cada marca mantener la atención y crear una fidelidad con su consumidor nuevo.
